






La espirulina es un alga de color azul verdosa con una amplia gama de beneficios para la salud. Contiene casi todos los aminoácidos esenciales y no esenciales, así como ácidos grasos esenciales antiinflamatorios. Es más, diversos estudios han demostrado que la espirulina puede ayudar a controlar los niveles de azúcar en sangre en personas con diabetes y también reducir los de colesterol. Así pues, se trata de un nutriente clave para la desintoxicación general, específicamente la necesaria ante casos de intoxicación por el herbicida glifosato. La espirulina también puede ayudar a reducir los efectos tóxicos de algunas quimioterapias y metales pesados. Finalmente, presenta propiedades antivirales y antibacterianas, por lo que es una herramienta clave en cualquier programa general de refuerzo del sistema inmune.