









El aceite de semilla de grosella negra, extraído de las semillas de la planta de grosella negra, es conocido por su abundante contenido en ácidos grasos esenciales y antioxidantes. Este aceite, notablemente rico en ácido gamma-linolénico (GLA) y ácido alfa-linolénico (ALA), es aclamado por su amplia gama de propiedades que promueven la salud. Estos beneficios incluyen apoyar la salud de la piel, reducir la inflamación, aliviar los ojos secos, disminuir la fatiga visual, mejorar los síntomas del síndrome premenstrual (SPM) y ayudar en el tratamiento de diversos trastornos de la piel. Además, juega un papel importante en la mejora de la salud del corazón al regular los niveles de colesterol y mejorar la salud circulatoria. El aceite de semilla de grosella negra es eficaz para aliviar los síntomas de la artritis reumatoide y estimular la función del sistema inmunológico. Además, su rica composición de antioxidantes, especialmente los derivados de la vitamina C y otros compuestos fenólicos, ayuda a proteger contra el estrés oxidativo y contribuye a los beneficios antienvejecimiento, promoviendo así el bienestar general.