








La N-acetilcisteína (NAC), también conocida como acetilcisteína, es un compuesto derivado del aminoácido cisteína y el cual estimula la producción de glutatión, siendo éste un poderoso antioxidante que actúa desintoxicando el cuerpo. Se puede tomar NAC para tratar las intoxicaciones por acetaminofén. Además, se puede tomar antes del alcohol para ayudar a minimizar el daño relacionado con su consumo. Entre otros usos de la NAC se incluyen su capacidad para proteger el hígado, aliviar los síntomas relacionados con afecciones respiratorias (como bronquitis), estimular la función cerebral, ayudar a conciliar el sueño, estimular la función inmunológica, reducir el riesgo de enfermedades cardíacas, ayudar en el tratamiento de la fibrosis pulmonar, ayudar con el síndrome de ovario poliquístico y mejorar la fertilidad tanto en hombres como en mujeres. La NAC también se puede utilizar para tratar determinados trastornos neurodegenerativos (por ejemplo, enfermedad de Parkinson), trastornos de salud mental (por ejemplo, PTSD), trastorno obsesivo compulsivo, depresión y abuso de drogas.