






La taurina es un aminoácido con una amplia gama de funciones en el cuerpo. Entre éstas, aumenta el tono parasimpático y reduce en consecuencia la ansiedad. También ejerce un papel central en el equilibrio del agua en el cuerpo, ayudando con la retención de agua y los edemas. Además, es fundamental para la regulación eléctrica del ritmo del corazón y, por lo tanto, puede ser muy útil para tratar las arritmias y taquicardias, además de su papel clave para reducir la presión arterial. Y quizás lo más importante es lo siguiente: la taurina se conjuga con las sales biliares y, como resultado, tiene un papel clave en la absorción de grasas, además de evitar que la bilis se espese demasiado. Considere el uso de la taurina para tratar la ansiedad, insomnio, fatiga, retención de agua y edemas, diabetes, malabsorción de grasas, problemas de la vesícula biliar y cualquier enfermedad cardiovascular.