




El herpes zóster es una enfermedad causada por la reactivación del virus de la varicela zóster que se encuentra en el cuerpo de una persona. Se trata del mismo virus que causa la varicela e incluso después de que termine la infección por ésta, el virus puede permanecer inactivo en el sistema nervioso durante años antes de reactivarse como herpes zóster. Así pues, el herpes zóster se caracteriza por presentar erupciones rojas y ampollas cutáneas dolorosas en un área localizada. Entre otros de sus síntomas se pueden incluir fiebre, escalofríos, dolor de cabeza, agotamiento, náuseas, inflamación de los nervios, pérdida sensorial, parálisis facial, esclerosis múltiple, debilidad muscular, sensibilidad emocional y al estrés, cambios de humor y fatiga.