




La arginina es un aminoácido condicional, lo que significa que el cuerpo puede producirlo en la cantidad suficiente para satisfacer las necesidades corporales en condiciones normales, pero es posible que se requieran cantidades extra en casos de enfermedad o de trauma. Por su parte, la piel y el tejido conectivo presentan altas cantidades de este aminoácido, siendo esencial para prevenir el adelgazamiento y las arrugas de la piel. La arginina también participa en la eliminación del amoníaco del cuerpo y ayuda a éste a liberarse del exceso de nitrógeno. Además, la arginina protege al hígado del daño causado por medicamentos y productos químicos y estimula la regeneración del mismo. Por otro lado, también ayuda a modular la secreción de hormonas, contribuye al proceso de producción de nuevas células óseas y tendinosas, estimula la cicatrización de heridas y ayuda a fortalecer el sistema inmunológico al estimular una mayor actividad en el timo, donde se producen las células T para combatir enfermedades.