



La Giardia Intestinalis, también conocida como lamblia intestinalis, es un parásito protozoario que coloniza y se reproduce en el intestino delgado, provocando la giardiasis. Es más probable que el organismo esté presente en los alimentos en forma de quiste, siendo ésta la etapa de reposo del protozoo y la cual equivale a la forma de espora bacteriana. El parásito giardia se adhiere al epitelio mediante un disco adhesivo ventral y se reproduce por fisión binaria. La infección por Lamblia puede darse por la ingestión de quistes latentes en agua contaminada o por vía fecal-oral. Cualquiera puede infectarse, pero la enfermedad es más grave en las personas inmunodeprimidas. Por su parte, los bebés y los niños son más susceptibles a las infecciones que los adultos. Entre los síntomas se incluyen pérdida de apetito, letargo, fiebre, diarrea intensa, heces blandas o líquidas, calambres estomacales, malestar estomacal, vómitos en proyectil (poco común), hinchazón y flatulencias. Estos síntomas suelen comenzar entre 1 y 2 semanas después de la infección y pueden desaparecer y reaparecer cíclicamente. Es más, los síntomas los causa en gran medida el parásito giardia que recubre la parte interior del intestino delgado y el cual bloquea la absorción de nutrientes. Finalmente, la mayoría de las personas son asintomáticas ya que solo alrededor de un tercio de las personas infectadas presentan síntomas.