


La progesterona, a la que a veces se hace referencia como la "hormona del embarazo", es una hormona que se produce principalmente en los ovarios; sin embargo, una pequeña cantidad se produce en las glándulas suprarrenales. Desempeña un papel importante en la regulación del ciclo menstrual, la fertilidad y el embarazo. Durante la menopausia, los niveles de progesterona caen y provocan síntomas incómodos como sofocos, sequedad vaginal, cambios de humor, piel seca y dificultad para dormir. La progesterona se puede usar para ayudar a aumentar los niveles de progesterona y reducir los síntomas de la menopausia. Además, la progesterona también se puede usar para ayudar a mejorar la salud de la piel, reducir los signos del envejecimiento y disminuir la pérdida ósea.