






La lactoferrina es una proteína natural que se encuentra en la leche humana y de vaca. Se encuentra en concentraciones más altas en el calostro, siendo éste el primer tipo de leche que se produce después del nacimiento de un bebé. La lactoferrina también se encuentra en otros fluidos corporales como la saliva, lágrimas, moco y bilis. Una de las funciones de la lactoferrina es unir y transportar hierro a través del organismo y, por lo tanto, puede usarse para ayudar a aumentar los niveles de hierro, especialmente en mujeres embarazadas. Entre otros usos de la lactoferrina también se pueden incluir la absorción de hierro, proteger al cuerpo frente a infecciones (como H. pylori, hepatitis, etc.), disminuir el acné, mejorar la salud ósea y prevenir la osteoporosis, tratar las úlceras estomacales e intestinales, prevenir el cáncer, estimular el sistema inmunológico, promover el crecimiento de bacterias intestinales saludables, tratar la diarrea y prevenir los daños relacionados con el envejecimiento.