






El butirato es producido por bacterias saludables en el intestino grueso a través de la fermentación de la fibra soluble. Es la principal fuente de energía para las células del intestino grueso y es esencial para mantener la integridad del revestimiento intestinal y prevenir el “intestino permeable”. Además, el butirato regula la expresión génica en las células del intestino grueso, lo que reduce el riesgo de cáncer colorrectal. Su capacidad para transformar células cancerosas colorrectales en un fenotipo normal ha sido ampliamente documentada. El butirato activa genes esenciales para mantener la salud y la integridad del tejido conectivo en todo el cuerpo. Debe considerarse en cualquier caso de inflamación digestiva, como la enfermedad de Crohn, la colitis ulcerosa o el síndrome del intestino irritable (SII). También está indicado en condiciones más allá del sistema digestivo, como la desintoxicación hepática, la función cognitiva y los trastornos neurológicos. Los perros también tienen bacterias productoras de butirato como parte de su microbioma, por lo que puede ser útil en casos de trastornos digestivos como diarrea, colitis y estreñimiento.