





La sangre de dragón, también conocida como "Sangre de Drago", es una resina natural derivada de varias especies de árboles, principalmente del árbol Croton lechleri que se encuentra en América del Sur. En realidad no es sangre, pero recibe su nombre del color rojo oscuro de la resina. La sangre de dragón se ha utilizado durante siglos en la medicina tradicional. Es rico en compuestos bioactivos, incluidos alcaloides, flavonoides y fenoles, que se cree que contribuyen a sus posibles beneficios para la salud. La sangre de dragón puede ayudar a reducir la inflamación, disminuir el dolor en las articulaciones, apoyar la cicatrización de heridas, proteger contra el estrés oxidativo, promover la salud de la piel, reducir la aparición de arrugas y líneas finas, aliviar las molestias gastrointestinales, apoyar la salud bucal y mejorar la función del sistema inmunológico.